Portada zon Zapata

María Esther Pérez Feria

Emiliano Zapata como lo vieron los zapatistases un libro que trata acerca de un personaje histórico y emblemático en la historia y el imaginario mexicano, a través de la voz de quienes a su lado protagonizaron uno de los episodios más relevantes en la historia de México en el siglo XX. En esta obra se hace presente la voz testimonial que nos cuenta cómo era Emiliano Zapata y lo que representó compartir días de lucha, de hambre, de valor y orgullo en la defensa de la tierra, la libertad y la justicia. Los textos forman parte de la historia oral que hace contrapeso a las versiones oficiales sobre la Revolución Mexicana. Estas voces se enmarcan en un diseño editorial y estético que trastoca la Historia con mayúscula, sólo para acercarla al lector como la historia que han hecho las personas de carne y hueso, de corazón y seso.

Las imágenes robustecen el significado de lo que cuentan las palabras, con una propuesta iconográfica que nos deja ver cómo eran esos personajes que acompañaron a Emiliano Zapata y nos revelan al caudillo mismo desde una perspectiva fresca, informal, más cercana. Zapata y los zapatistas presentes en esta obra nos miran directo a los ojos, nos apelan con sus miradas desde la profundidad de su orgullo, mediante fotografías que nos muestran también cómo eran los paisajes y los ambientes, así como los estilos de vida de la época revolucionaria, en el campo y en la ciudad.

Zapata con papelito morado

La obra incluye una serie de fotografías de la época, algunas de las cuales han sido intervenidas con trazos y dibujos, ya para enmarcar un retrato, ya para completar una escena. Se utiliza el collage a partir de trozos de papel de colores claramente rasgados a mano para crear composiciones que evocan el campo, las milpas, la tierra por la que lucharon los personajes, y un cielo azul, profundo como la esperanza que mueve conciencias y enarbola luchas como la que trasluce en esta obra.

Los dos discursos, el textual y el visual, se funden para contarnos a dos voces, alternada y complementariamente, un fragmento de historia. Desde el registro de la palabra viva que recrea el habla campesina, con su retórica coloquial, apreciamos la voz de los que hicieron esa historia. La tipografía se emplea para enfatizar los giros lingüísticos y el énfasis de las repeticiones y las expresiones propias del habla oral. Y cada una de las imágenes es un elemento intertextual y metadiscursivo que hace volar nuestra imaginación, que apela a nuestra necesidad de saber más acerca de quienes fueron esos hombres y esas mujeres que participaron en “la bola” o que dirigieron valientemente a un grupo de combatientes, todos ellos bajo el mando, la dirección y, esencialmente, la inspiración de su líder.

Palabras e imágenes suscitan asombro, reflexión y emociones diversas. Cómo no admirar a las coronelas Rosa Bobadilla, quien perdió a su pareja en la lucha, y Amelia Robles, quien prefería que la llamaran coronel. Dos mujeres que pelearon con gran valentía y que se ganaron el respeto y la admiración de sus muchachos. Los textos y las fotografías han sido cuidadosamente seleccionadas para generar una lectura tanto eferente como estética, en términos de Louise M. Rosemblatt, sin tratarse de una obra literaria, su lectura logra conectar con nuestras emociones y motivar la reflexión sobre hechos objetivos. Sus personajes son dignos de una narración épica y trágica a la vez.

Interior blanco y negro

Por su cuidado editorial y de contenido, la obra no deja lugar a dudas de que ha sido dirigida y realizada por expertos, desde el ilustrador y creador de un concepto gráfico lúdico y visualmente muy atractivo por el manejo del color, que contrasta colores cálidos, fríos y tierra, por los planos que sugieren unas veces cercanía y otras profundidad, y por la diagramación que equilibra los elementos textuales y gráficos; hasta los historiadores que se encargaron de la introducción, selección de testimonios e iconografía, con una dedicación propia de los buscadores de tesoros.

La portada muestra uno de los mejores retratos de Zapata, quien en la profundidad de su mirada evoca la enorme dimensión de su legado. La imagen aparece enmarcada con una composición de papeles rasgados, como lo fue la vida de este personaje y de su lucha. Esta composición abarca la contraportada  y las primeras guardas. En cambio, una de las guardas finales se ocupó para mostrar la esencia de la obra, como conclusión: se trata de la fotografía de un viejo revolucionario, que ha escarbado dentro de su ajado maletín repleto de documentos, con la ilusión marcada en el rostro. La imagen de este hombre, leyendo uno de esos papeles, nos deja ver su enorme emoción y nos la contagia. Él es parte de la historia que cuentan esas hojas sueltas, de la historia que nos cuenta este libro.

Páginas interiopres y diálogo

La obra presenta valiosos recursos, además del contenido principal, que consiste en el discurso aludido en el título: Emiliano Zapata como lo vieron los zapatistas, el cual se construye con los testimonios y las imágenes, se trata de los paratextos. Cada fotografía puede dar pie a una lectura en profundidad sobre los elementos representados: personajes, suceso, ambiente, paisaje, vestimenta, objetos, entre otros elementos. La introducción ofrece información que contextualiza al personaje y los hechos históricos aludidos en el libro. Asimismo, la información que acompaña los índices y éstos mismos, conforman otro metadiscurso, pues son la evidencia del trabajo de investigación y el sustento de las fuentes históricas y testimoniales con que se construyó el contenido de la obra.

Este libro forma parte de la colección Biografías, de Ediciones Tecolote, editorial que se ha destacado por la publicación de libros sobre temas históricos dirigidos a niños y al público en general, los cuales son de alta calidad en sus contenidos y en sus propuestas de diseño e imagen. Emiliano Zapata como lo vieron los zapatistases un ejemplo de cómo se puede hacer libros informativos que resulten atractivos, apelativos y dignos de considerarse como objetos estéticos.

Finalmente, esta obra propone un diálogo armónico textos e imágenes, con el que se construye una narración no ficticia, sino de hechos históricos, desde una perspectiva posmoderna. Haciendo uso de un formato y un diseño editorial atractivo a niños, adolescentes y adultos; proponiendo varios niveles de lectura: textual, visual, paratextual, intertextual. Con estos recursos, la obra logra proponer una forma apelativa de leer la historia, acercando de modo atractivo al lector documentos de valor histórico, como son los testimonios y las fotografías que contienen voces e imágenes de los protagonistas de sucesos relevantes, que en el siglo XXI forman parte de la memoria colectiva en nuestro país.

Emiliano Zapata como lo vieron los zapatistas, selección de textos de Laura Espejel, ilustraciones de Fernando Robles, selección de fotografías de Francisco Pineda. México, Ediciones Tecolote.

 

 

Mañanas de escuela, de César Arístides, un amoroso silencio que habita en la ensoñación

Mañanas de escuela, de César Arístides, un amoroso silencio que habita en la ensoñación
Dedicado a las niñas de Guatemala, a quienes en vez de poesía, amor,
justicia, les han dado el peor castigo por ser niñas, mujeres, pobres, 
y vivir en un sistema donde se desprecia la vida y se incinera la esperanza.

Basta así la palabra de un poeta, la imagen nueva pero arquetípicamente verdadera, para que reencontremos los universos de la infancia. Sin infancia no hay verdadera cosmicidad. Sin canto cósmico no hay poesía. El poeta despierta en nosotros la cosmicidad de la infancia.

Gaston Bachelard

El poemario Mañanas de escuela[1], de César Arístides[2], con ilustraciones de Paulina Barraza, nos propone entrar en un mundo provisto de imágenes de ensueño con tardes de frutas habitadas por osos de arena y pájaros rojos que lloran bondad. Un mundo que evoca una infancia que juega en el jardín donde pájaros azules se vuelven bicicletas y habitan árboles que piensan. Un mundo en cuyo paisaje los árboles vuelan sobre el sueño de los gatos. Un mundo que podemos mirar asomándonos tan solo “En la ventana”:

 

Desde mi ventana el mundo son los árboles

los pájaros que vuelan sobre el sueño de los gatos

allá están los camiones las calles las ilusiones

los niños más grandes regresan de la escuela

entonces las nubes ponen el mantel

y le avisan al sol que lave sus manos

pues es hora de llover

 

desde mi ventana la ropa tendida

es un baile de fantasmas que dan risa

un vestido tiembla y corren calcetines

en busca de un señor barrigón

que trabaja en un mercado

 

corren las bancas porque llueve

y las casas también los semáforos

sólo los sueños se quedan quietos

disfrazados de niñas mojadas

que saltan una cuerda

Portada Mañanas de escuela

Mañanas de escuela se compone de un conjunto de poemas líricos que hablan de experiencias de infancia en un patio escolar donde los árboles greñudos/ juegan encantados y una mochila es un cofre de ilusiones; de la arboleda adornada con el verdor de los pájaros; de una casa con habitaciones donde se crece y se juega, y donde a veces da miedo el eco de la nada, como en “Quiero dormir”:

 

A veces en la noche

me da miedo el eco de la nada

Imagino a los fantasmas buscar su cabellera

atorada entre las puertas o los libros

debajo de la cama entre juguetes olvidados

 

si acaso me despierto a medianoche

asustada por la nada y su canción de oscuridad

pienso en el columpio y la naranja

en las nubes que hacen triste la cara de mi abuela

y también en la risa del recreo

así me entra la sed y la añoranza

y vuelvo despacito

acurrucado en los recuerdos

a la tibieza del sueño

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En este poemario se entretejen una serie de sensaciones que se perciben con todo el cuerpo, un cuerpo que juega, que mira y se mira a sí mismo, con la emotividad del ensueño de infancia expresada en cada verso, en cada poema. El discurso poético que configura los poemas de esta obra destaca el uso de imágenes sensoriales con las que se crean ambientes donde se escucha la música de las hormigas y se mira a los árboles dejar caer “Cartas a los niños”:

Caen de los árboles

para que las escriban nuestras pisadas

cartas de amor o música de hormigas

revuelo del viento al atardecer

mientras los árboles se ponen tristes

porque el cartero apurado en su tarea

no entrega a los niños que no saben leer

estas hojas mal escritas

por el verdor de los pájaros

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Como toda la poesía que trata de la experiencia de infancia, las composiciones de esta obra obsequian a sus lectores, de cualquier edad, una entrada al recuerdo, a la añoranza o a la evocación de esta etapa esencial que percute o repercute en la memoria de toda persona. Finalmente, Mañanas de escuela propone una respuesta ante la inagotable pregunta: “Qué es la poesía”:

Le pregunté a mamá qué son los versos

y me dijo que eran flores de lluvia y algodón

papá qué son los versos

y me habló de caballos rojos en un mar de azucenas

profesora qué son los versos

y escribió en el pizarrón palomas de cristal

pero dígame maestro que son los versos

y me enseñó un dibujo donde lloraba un corazón

ahora sé qué son los versos

tu sonrisa en la lluvia

y el amoroso silencio

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Sugerencias para escribir después de leer este poemario y otros

Conviene saber que jugar con los poemas, manipular e intervenir los versos ajenos es un buen comienzo y un camino lúdico para lograr que las niñas y los niños se familiaricen con el discurso poético y, poco a poco, lo hagan propio como recurso expresivo y creativo. Con tal propósito, se hacen las siguientes propuestas:

Escribir a partir del título de un poema

Sugiera a las niñas y los niños lectores que elijan un poema que les haya causado una impresión especial. Invítelos a comentar lo que les hizo sentir, pensar o recordar. En seguida, pida que se preparen para escribir un texto personal y aclare que no estarán obligados a compartirlo, a menos que deseen hacerlo. Proponga una pauta para orientar el proceso de escritura, como la siguiente:

  • Adoptar el mismo título del poema seleccionado como título de su propio texto.
  • Tomar como modelo de escritura el poema seleccionado: tema, estilo, recursos.
  • Escribir un poema nuevo y personal.
  • Ilustrar el poema, si así lo desean.

Componer un poema con títulos de poemas ajenos

Invite a los lectores a seleccionar, de modo individual, los primeros versos de entre siete y diez poemas, destinados a componer uno nuevo con ellos. En la composición que hagan deben buscar que haya coherencia semántica, sin perder de vista que un elemento esencial en la poesía es la construcción de imágenes a partir del sentido que evoquen las palabras usadas en sentido metafórico. Recomiende seleccionar de siete a 10 de los primeros versos que más les gusten; acomodarlos en el orden que les guste; complementar con algún verso nuevo de su propia creación y colocarlo donde crean conveniente; que hagan una lectura del nuevo texto y hagan ajustes finales si los creen necesarios. No se trata de acomodar arbitrariamente los versos, sino de construir sentido y expresión con su composición. El siguiente texto está compuesto con siete títulos de poemas de Mañanas de escuela:

Un mensaje de pájaros te voy a cantar

El mar es mariposa que sueña

Para cubrirme del miedo

Allí guardo mi libro de paisajes y barcos

Feliz me despierto y la casa es un sueño

Si te digo tengo miedo

Mi llanto es luciérnaga triste

[1] Mañanas de escuela, de César Arístides, México, Santillana, 2011.

[2] César Arístides nació en la Ciudad de México en 1967. Cuando era niño no le gustaba la escuela, en vez de eso, deseaba ser jugador de futbol, y cuando había oportunidad le encantaba mojarse bajo la lluvia. Le gustaba leer y esa era una de sus actividades favoritas. Su gusto por la literatura lo llevó a escribir y a recopilar poesía de otros. Entre sus obras destacan: Duelos y alabanzas y Murciélagos y redención, obra con la que ganó el Premio Internacional de Poesía “Benemérito de América”, en 2004. En la actualidad es editor y, aunque dice ser un poco lento en la cancha, juega futbol rápido en su tiempo libre.